jueves, 9 de mayo de 2013

Fantásticos humanoides el día de hoy.

Estas fotografías de ginoides y androides están muy bien realizadas al grado de parecer muy reales, no cabe duda que programas de retoque de imágenes y de manejo  en 3D cada vez nos brindan mas y mejores herramientas para lograr esta clase de trabajo. 


Humanoide Ginoide

Androide

Androide 3D

Modelo 3D de androide

Mujer robot

Ginoide

Imagen futurista


Ginoide.

Ginoide o fembot es la denominación que se le da a un robot antropomorfo de fisionomía femenina, aunque en el lenguaje coloquial el término androide suele usarse para ambos casos, masculino o femenino.

Antecedentes
El concepto de mujer artificial aparece desde la mitología griega. Al artesano de los dioses Hefesto, se le atribuía la fabricación de mujeres de metal, las Kourai Khryseai (Κουραι Χρυσεαι, ‘doncellas doradas’) con movimiento propio y "llenas de pensamientos y sabiduría", que le servían como ayudantes. Otra escena mitológica respecto al tema, es la historia de Pigmalión y Galatea. El rey Pigmalión cansado de no encontrar a la mujer ideal, comenzó a fabricar estatuas representándola. Hasta que creo una estatua tan perfecta, que se enamoró de ella; sabiendo que ese amor estaba condenado, Pigmalión imploró a la diosa Afrodita que le diera vida a la estatua, lo cual conmovió a la diosa e hizo que le concediera su deseo.
Es notorio como ambas historias mitológicas ya contienen los elementos primordiales de las historias de ginoides contemporáneas: criaturas hechas para trabajar y servir, así como para representar un ideal amoroso o erótico, hecho a la medida.

En la literatura y el cine

En la literatura y cine de ciencia ficción, las ginoides son quizás tan comunes como sus contrapartes masculinos. Una razón de esto podría ser la posible variedad de tramas resultantes de la intersección de dos temas complejos: la inteligencia artificial y las relaciones entre los géneros.
Los androides han sido utilizados desde hace mucho en la ciencia ficción, para ejemplificar las posibles actitudes que pueden tomar los seres humanos faz a sus creaciones, pero más veladamente, las relaciones de poder entre humanos y la objetivización. Mientras que los androides son vistos comúnmente como trabajadores obedientes (o esclavos), las ginoides tienen en muchas obras un rol de juguete sexual, a la vez que sirvientes. Dichas relaciones de sumisión han sido ampliamente utilizadas para discutir las relaciones de poder entre seres humanos, y para extrapolar o cuestionar los roles de género contemporáneos. Los androides y los ginoides también han sido usados como villanos en la literatura y el cine, debido a su naturaleza inhumana, que puede asociarse a una mentalidad fría y calculadora.
El primer ejemplo de ginoide cinematográfico aparece temprano en la historia del séptimo arte, en el filme Metrópolis del director alemán Fritz Lang, estrenado en 1926. En este filme, la ginoide es una impostora tomando la apariencia de la protagonista, para propósitos nefastos. De modo que el Robot María es la primera villana robótica de la pantalla grande.
Un tema recurrente es llevar la antropomorfización e inteligencia de las ginoides (y androides) a un grado mucho más elevado que el posible actualmente, para que el abuso presentado en la obra por parte de los humanos tenga elementos mucho más cuestionables éticamente (así como para facilitar la caracterización de la ginoide por una actriz humana). Por ejemplo, en Blade Runner, donde los androides y ginoides son prácticamente indistinguibles de los seres humanos, la replicante Pris está explícitamente identificada como un androide para uso sexual, mientras que Rachael es una replicante que cree ser humana, al tener memorias implantadas por su creador. Ambos personajes sirven para ejemplificar y criticar la deshumanización del hombre, al negar derechos a los que son prácticamente sus iguales.

Fuente: Wikipedia


Andoride.

Androide es la denominación que se le da a un robot u organismo sintético antropomorfo que, además de imitar la apariencia humana, imita algunos aspectos de su conducta de manera autónoma. Es un término mencionado por primera vez por Alberto Magno en 1270 y popularizado por el autor francés Auguste Villiers en su novela de 1886 L'Ève future. Etimológicamente "androide" se refiere a los robots humanoides de fisionomía masculina, a los robots de apariencia femenina se les llama ocasionalmente ginoides, principalmente en las obras de ciencia ficción, aunque en el lenguaje coloquial el término androide suele usarse para ambos casos.

Androides en la cultura popular.

Un robot humanoide que se limita a imitar los actos y gestos de un controlador humano, no es visto por el público como un verdadero androide, sino como una simple marioneta animatrónica. El androide siempre ha sido representado como una entidad que imita al ser humano tanto en apariencia, como en capacidad mental e iniciativa. Antes incluso de haber visto un verdadero robot en acción, la mayoría de las personas asocian la idea de robot con la de androide, debido a su extrema popularidad como cliché de la ciencia ficción.
La actitud de base entre el público frente a los androides varía en función del bagaje cultural que posea dicho público. En la cultura occidental la criatura humanoide, fabricada casi siempre por un sabio, es con bastante frecuencia un monstruo que se rebela contra su creador y en ocasiones lo destruye como castigo por su hubris; y el primero de los cuales no es necesariamente el monstruo de Frankenstein de Mary Shelley. Bien que dicho monstruo sea fácilmente el más famoso.
Desde los Grecia Antigua existen leyendas y folklore narrando sobre seres humanoides fabricados en metal por el artesano y herrero de los dioses, Hefesto. Aunque el carácter monstruoso del androide parece haberse ganado con la cristianización del mundo occidental.
De hecho es tan notorio este fenómeno, que el reconocido experto en inteligencia artificial Marvin Minsky, llegó a narrar como en ocasiones llegaba a sentirse incómodo frente a una de sus creaciones, el androide Cog, cuando éste presentaba conductas inesperadas.
En otras culturas las reacciones pueden ser bastante diferentes. Un ejemplo meritorio es la actitud japonesa de cara a los androides, donde el público no teme la antropomorfización de las máquinas, y aceptan por lo tanto con menos problemas la idea que un robot tenga apariencia humana, para poder así interactuar más fácilmente con seres humanos.

Fuentes: wikipedia




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